Ubicada en una tranquila zona residencial de Llafranc, esta propiedad combina amplitud, privacidad y vistas despejadas al mar. Se sitúa a tan solo 600 metros de la playa y del paseo marítimo, permitiendo disfrutar del ambiente costero con total comodidad.
Sobre una parcela de 949 m², la villa dispone de un jardín cuidado con setos perimetrales, olivos y arbustos florales, además de una piscina privada en zona despejada y soleada. Destaca también la terraza cubierta con vigas de madera, perfecta para comidas al aire libre con vistas al mar, y una barbacoa de obra integrada en el jardín.
Con 476 m² construidos y 323 m² útiles, la vivienda principal se distribuye en dos plantas conectadas por ascensor. Alberga un amplio salón comedor con chimenea, cocina independiente, lavadero, trastero y seis dormitorios dobles acompañados por cuatro baños.
En la planta inferior, con acceso independiente, se encuentra una segunda vivienda destinada al guarda, que incluye cuatro dormitorios adicionales y dos baños.
El interior conserva elementos característicos como suelos de toba catalana, ventanas de madera con rejas de forja y detalles artesanales en puertas y cabeceros. Está equipada con calefacción de gas natural, paneles fotovoltaicos, armarios empotrados y sistema de riego automático.
Los dormitorios son amplios y luminosos, con mobiliario de estilo clásico o funcional según el caso, y los baños combinan cerámica original con reformas puntuales.
La casa ofrece acceso asfaltado y estacionamiento para hasta cinco vehículos (dos en garaje cerrado y tres en exterior). A pie se llega en menos de 10 minutos a la playa de Llafranc; en coche, Calella y Palafrugell están a pocos minutos. Girona y Barcelona se encuentran a 50 y 80 minutos respectivamente.
La propiedad cuenta con licencia turística activa, lo que la convierte en una excelente opción tanto para uso residencial como para inversión vacacional.
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