Ubicada en una tranquila zona residencial rodeada de pinos y con una terraza que se abre al paisaje, esta acogedora vivienda ofrece vistas panorámicas al mar, privacidad, luz natural y el auténtico espíritu de la Costa Brava.
Con una superficie construida de 116 m², excluyendo el garaje y con medidas verificadas según los planos adjuntos, asentada sobre una parcela de 583 m², esta vivienda combina el encanto del estilo tradicional con el confort contemporáneo. Su posición elevada ofrece espléndidas vistas al mar y a las colinas que abrazan Sa Riera, creando una atmósfera luminosa, abierta y serena.
La gran terraza cubierta, de 39 m², con arcos de piedra y pavimento de terracota, actúa como prolongación natural del salón. Desde aquí, el horizonte mediterráneo se convierte en telón de fondo para comidas al aire libre, veladas tranquilas o lecturas al atardecer.
El interior se organiza en una sola planta y destaca por su calidez. El salón comedor, con chimenea de piedra y amplios ventanales, comunica directamente con la terraza, integrando interior y exterior en un mismo espacio. La cocina independiente, equipada con horno, vitrocerámica, lavaplatos y frigorífico, mantiene un estilo funcional y práctico.
La vivienda dispone de dos amplios dormitorios dobles con armarios empotrados, luminosos y bien ventilados, además de dos baños completos, uno de ellos renovado con ducha moderna. La iluminación natural y la ventilación cruzada aportan confort durante todo el año.
Dispone de calefacción por radiadores con caldera de fuel-oil, chimenea en el salón, ventiladores de techo y aire acondicionado tipo split en el dormitorio principal. Los suelos de gres porcelánico, ventanas de madera y armarios empotrados refuerzan su carácter mediterráneo.
En la planta baja se ubican tres estancias complementarias: bodega, trastero-almacén y cuarto del depósito de fuel-oil, no incluidas en la superficie construida. A pie de calle, un garaje independiente de unos 20 m² ofrece espacio adicional y cuenta con una terraza superior con vistas al mar.
El jardín de estilo silvestre, con vegetación autóctona, rodea la casa aportando privacidad y un carácter mediterráneo auténtico. Sus distintos niveles permiten crear zonas de descanso o de comedor exterior entre el verde y la brisa marina.
Situada a solo 5 minutos en coche de la playa de Sa Riera y 2 km del centro de Begur, esta propiedad ofrece un equilibrio perfecto entre proximidad y calma. Ideal como segunda residencia, combina la belleza del entorno natural con la comodidad de una casa lista para disfrutar.
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