En la parte alta de Mas Tomasí, este chalet independiente ofrece 284 m² construidos sobre una parcela de 762 m², con un estado general bueno y actualizaciones parciales. Su orientación oeste–suroeste garantiza tarde soleada y un ambiente luminoso, acompañado por vistas panorámicas al valle, a la montaña y al mar lejano. La ubicación combina privacidad y proximidad, a solo unos minutos del casco antiguo de Pals, de servicios y de las playas.
La vivienda dipone de dos terrazas principales que articulan el exterior. La terraza superior funciona como un mirador natural, mientras que la terraza inferior acoge una zona de ocio con mesa de piedra y la piscina desmontable situada sobre plataforma. El jardín, con vegetación consolidada, añade textura mediterránea y rincones tranquilos para disfrutar del clima durante gran parte del año. Una ducha exterior junto a la piscina facilita un uso práctico de esta zona.
Los 111 m² habitables de la planta principal, segun plano adjunto, concentran la vida diaria con comodidad. El salón amplio y luminoso se comunica con el comedor mediante un arco de piedra, creando un espacio fluido con carácter. La cocina independiente, parcialmente reformada, incluye lavadero y mantiene una organización práctica. La zona de noche ofrece tres dormitorios, dos baños interiores completos y un aseo aportando privacidad y flexibilidad tanto para familias como para invitados.
El equipamiento incorpora radiadores eléctricos, aire acondicionado por splits en el comedor y el dormitorio principal, y carpinterías exteriores de madera con rejas y algunos dobles acristalamientos. Los pavimentos combinan gres en la vivienda, porcelánico en la cocina y gres rústico en las terrazas. La cocina destaca por sus muebles modernos lacados, encimera de granito negro y electrodomésticos encastrados, ofreciendo un espacio renovado sin perder funcionalidad.
La vivienda se sitúa en una zona residencial tranquila y elevada, a 7 minutos de Pals y a 10–12 minutos de las playas y calas del entorno. Begur, Llafranc y otros enclaves del Baix Empordà se alcanzan con facilidad, mientras que Girona y Barcelona quedan a distancias cómodas para desplazamientos puntuales o estancias prolongadas.
Un hogar que combina luz, amplitud y un contacto directo con el paisaje, invitando a disfrutar de la calma mediterránea en un entorno natural y bien conectado.