En pleno centro histórico de Ullà, esta singular casa de piedra rehabilitada con exquisito gusto ofrece 465 m² construidos distribuidos en tres plantas, sobre una parcela de 365 m². Actualmente organizada en dos viviendas independientes, esta propiedad puede fácilmente transformarse en una sola gran residencia unifamiliar, adaptándose así a distintos estilos de vida. Conserva con autenticidad sus elementos originales del siglo XVIII, como los techos abovedados, los muros de piedra vista y los suelos de barro cocido, aportando carácter y personalidad a cada rincón.
El jardín privado, íntimo y arbolado, es perfecto para disfrutar del clima mediterráneo en un entorno tranquilo. Su configuración permite, si se desea, instalar una pequeña alberca. Varios espacios exteriores como patios interiores, terrazas y balcones se reparten a lo largo de la vivienda, ofreciendo zonas soleadas orientadas al sur durante todo el día, ideales para comer al aire libre o relajarse. El acceso es cómodo desde la calle y la propiedad dispone de garaje privado.
La planta baja alberga una vivienda con entrada propia, compuesto por una amplia sala de estar, comedor, cocina con salida directa al jardín y dos dormitorios dobles con baño en suite. En la primera y segunda planta se encuentra la segunda unidad, con una distribución muy acogedora y funcional: gran salón con chimenea dividido en dos ambientes, cocina abierta con comedor contiguo, galería con acceso a terrazas, varias habitaciones dobles en suite y zona de lavandería. En la planta superior, una luminosa buhardilla con techos inclinados y salida a terraza puede destinarse a estudio, biblioteca o dormitorio adicional. Gracias a su configuración estructural, la casa permite ser disfrutada tal como está —con dos viviendas autónomas— o bien reunificada con facilidad para formar una única y amplia residencia familiar.
La casa ha sido restaurada respetando su esencia original, combinando materiales nobles como piedra, cerámica y madera. Dispone de calefacción por radiadores en todas las estancias y aire acondicionado en el dormitorio principal de la tercera planta. La carpintería de madera maciza y las puertas restauradas completan un conjunto de gran calidad constructiva. Además, cuenta con lavadero y varios espacios de almacenamiento.
Situada en el tranquilo y bien conservado pueblo de Ullà, esta casa goza de una excelente localización. Las playas de L’Estartit y L’Escala se encuentran a solo 15 minutos en coche, y la de Pals a unos 20 minutos. Muy cerca también están Torroella de Montgrí (4 min), Verges (7 min) y Pals centro (15 min). La ciudad de Girona se alcanza en 35 minutos, el aeropuerto Girona-Costa Brava en algo menos, y Barcelona está a 1 hora y 40 minutos. La frontera con Francia se sitúa a solo 50 minutos.
Ullà es un encantador núcleo medieval del Baix Empordà, muy próximo a todos los servicios de Torroella de Montgrí, pero con un ritmo pausado y una atmósfera auténtica. Rodeado de campos, colinas suaves y patrimonio histórico, ofrece un entorno ideal para quienes desean disfrutar de la tranquilidad sin renunciar a la proximidad de la costa, los pueblos con encanto y las principales vías de comunicación.