En uno de los rincones más auténticos del Baix Empordà, esta casa de piedra rehabilitada ofrece una combinación única de tradición, elegancia y bienestar. Ubicada en el centro histórico del tranquilo y codiciado pueblo de Torrent, esta vivienda transmite serenidad y carácter desde el primer instante. Con una distribución amplia y luminosa, acabados de calidad y detalles arquitectónicos originales, es el lugar ideal para quienes buscan un refugio con esencia rural sin renunciar ni a la comodidad contemporánea ni a la proximidad de las playas de la Costa Brava.
El acceso a la propiedad se realiza desde una calle empedrada que conduce a un jardín de unos 300 m², orientado al suroeste y diseñado como un espacio recogido y muy privado. Aquí se encuentra una piscina de agua salada, rodeada de una cuidada zona pavimentada con áreas para tumbonas y comedor exterior bajo porche. Este espacio, delimitado y protegido visualmente, ofrece un entorno tranquilo y práctico para disfrutar del aire libre con total intimidad.
Con una superficie útil interior de unos 300 m², la casa se organiza en tres plantas conectadas por ascensor. En la planta baja se encuentra una amplia zona de día con salón con chimenea y biblioteca, comedor independiente, cocina con office y salida al exterior, además de lavadero, despensa y aseo de cortesía. La primera planta ofrece tres dormitorios dobles, dos de ellos con baño en suite y uno con vestidor y salida a terraza. La planta superior dispone de un segundo salón polivalente ideal como despacho, gimnasio o sala de juegos, con techos inclinados de madera, un dormitorio adicional y un baño completo.
La vivienda está equipada con calefacción por suelo radiante y aire acondicionado por conductos. Destacan los suelos de barro cocido, la carpintería exterior de madera con doble acristalamiento y el cuidado diseño interior. La piscina ha sido reformada recientemente con sistema de cloración salina. Además, cuenta con sistema de alarma, trastero y una zona técnica bien organizada.
Torrent es un pueblo con gran encanto y valor patrimonial, situado a tan solo 10 minutos de las playas de Pals y Begur, así como de reconocidos campos de golf y puertos deportivos. La ciudad de Girona y su aeropuerto están a unos 45 minutos, mientras que Barcelona se encuentra a poco más de una hora. Una propiedad exclusiva para quienes valoran la autenticidad, el confort y la belleza del Empordà.